EVA LOOTZ
La artista austriaca (Viena) afincada en España desde mediados de los años 60, donde comienza su trayectoria artística, nos muestra una pequeña parte de su proyecto “hidrografías” repartido en dos salas de La casa encendida.
Podemos observar el tema que está presente en todas sus obras: la naturaleza y la intervención del hombre en ella. Juega con el lenguaje( referencias históricas) y la materia prima (de sus instalaciones), y desde sus comienzos hace mayor hincapié en el proceso de la creación de las piezas.
Por otro lado, su interés por el agua( en general) y los ríos ( en particular), se refleja en esta exposición, “viajes de agua”. Se contextualiza desde diferentes aspectos: su curso, transformaciones históricas, fisionomía del territorio y política hidrográfica.
La artista crea espacios donde el espectador tenga la posibilidad de vivir y gozar la sensación del transcurso del agua, ayudándose de los siguientes recursos: la palabra( frases de denuncia), esculturas( representando los ríos importantes), paneles luminosos , video, fotografías( movimiento del agua), audio( sonido de su fluidez), etc…
Algunas de las frases que me llamaron la atención fueron las siguientes: “el agua es el nombre del futuro”, “ agua somos todos”, “el agua habla pero habla lento”, “privatizando el agua no puede haber paz”…
Personalmente la exposición transmite una sensación de calma y tranquilidad al igual que te conciencia de su importancia y el mal uso que hace de ella el ser humano.
CAMUFLAJES
La exposición es un recorrido por las diversas formas de camuflarse, que los artistas nos representan en casi todas las disciplinas artísticas que se muestran en este recorrido.
Esta sala reúne una gran variedad de creadores, de entre los que están : Jon Foncuberta, Francesca Woodman, Liu Bolin, Carlos Miranda, José Ramón Amondarain , entre otros. Todos ellos nos invitan a cuestionar la realidad, entendiendo el camuflaje como una estrategia para modificar el sentido habitual de las cosas, puesto que es un signo bastante frecuente de nuestra cultura visual.
Su concepto se acerca a temas relacionados con la identidad, vigilancia, control de la sociedad moderna, el disfraz, la máscara, o todo lo relativo a lo real.
Las piezas están divididas según las diferentes temáticas, las cuales acaban entrecruzándose; puesto que, es la primera exposición que se vale del camuflaje como elemento vertebrador de la muestra.
THOMAS HIRSCHHORN
Thomas ( Berna, SUIZA) expone una pequeña muestra de su proyecto “The Subjecters” en una única sala de La casa encendida. Esta exposición fue la más impactante y potente visualmente de las tres.
Nada más entrar, encontramos una serie de excesivas instalaciones con piezas compuestas por materiales que todos conocemos: cinta aislante, papel, cartón, plástico, tela, maniquíes, pelucas fotos, herramientas de carpintero y peluches.
La estructura de la sala se organiza de la siguiente manera: una enorme vitrina dividida en tres secciones: Con cuatro bustos agujereados y remendados con cinta, bustos sin cabeza y con ropa deportiva y por último, cuerpos de cuerpos mutilados, unidos todos ellos por infinidad de cables. También se puede observar en la sala otras instalaciones concebidas como si fuesen carrozas con pancartas de protesta en sus extremos y peluches, maniquíes y una esfera gigante en la parte superior de la instalación.
Esos cuerpos destruidos rompen la armonía del espectador, obligándonos a reflexionar sobre ello en sentido literal al igual que metafórico.
Por último comentar que la exposición se podría definir como “collages en 3D”, interviniendo con el maniquí , en sus macabras instalaciones, que según el propio artista afirma que es para expresar lo más cercano a él alejado de él mismo.
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